Cartas

… Primeramente acompaña a esta carta la Carta de Hermandad, concedida para la Sra. María Teresa de las Mercedes de María, en que le comunica y hace partícipe a la dicha de todas las gracias, méritos, sufragios, etc., de la Compañía de Jesús universalmente, como gozaba la difunta nuestra Beata. …

Así de esto, como de los hechos particulares que van viendo, se puede fácilmente inferir, que se van verificando las conjeturas de algunos hombres prudentes, y aun quizás predicciones de personas ilustradas de Dios, de que la Compañía de Jesús desde un ángulo de la tierra, volvería a propagarse en todo el mundo. Yo me acuerdo que, apenas extinta la Compañía, me escribió Vd. que la difunta Beata María Antonia de San José, le comunicó que no estaba del todo extinta, porque se conservaba una pequeña parte de ella en un ángulo de la tierra, desde donde después se propagaría al resto del mundo; habiéndose figurado ella (o quizás habiéndole manifestado el Señor en su imaginación) al modo que en un gran templo, apagadas todas las luces, se reservarse solamente una muy pequeña en un ángulo suyo; por lo que realmente quedaría casi todo el templo como a obscuras, pero que de esta pequeña luz que quedó encendida, mas como escondida, se volviesen a encender todas las demás luces y aun otras de nuevo por ministerio de Ángeles; entonces todo el templo quedaría iluminado aun más que antes. Lo cual parece figura de lo que en realidad sucedería de la Compañía, como se está experimentando, por lo que he querido ahora significarle para que reflexione sobre ello…