Cartas

… Hay carta acerca de la Beata María Antonia de Paz, de 19 de junio y dice que el Virrey, cuando ella se despidió para la Colonia del Sacramento, le dio todo su poder sobre militares y civiles, en cuanto necesitase. El viaje todo se hizo a costa del Rey.

En dicha Colonia se dieron los Ejercicios diez veces. De allí pasó a Montevideo. La acompañó un Caballero, muy de bien y de edificación, quien la ayudó mucho con su celo y ejemplo; mas a los cinco días de llegados a Montevideo, murió santamente dicho Caballero; y apenas enterrado murió también una sobrina de la Beata llamada Raimunda Ruiz, que era su compañera, y por sus virtudes y sus talentos gobernaba la casa en lo económico.

La fiesta de San Ignacio se hizo en Buenos Aires con nueva y extraordinaria solemnidad en la Iglesia de la Compañía y ahora Catedral. Un canónigo hizo el panegírico, y probó que la obra de los Ejercicios era de la mano invisible de Dios. Dijo que en Buenos Aires han hecho los Ejercicios más de 50 mil personas. Habiendo la Sierva de Dios tomado la cera con mucha copia del Cerero, y habiendo durado mucho la fiesta, y otra también para el Ejercicio de la Escuela de Cristo, al volver la cera al dueño para pagarle la merma, se pesó y repesó muchas veces y se halló que pesaba once libras y media más de su peso antes de arder; y este aumento se dio al Cerero.

Se encomienda mucho a sus Hermanos, los hijos de San Ignacio. Preguntada de un convento a fines del año si esperaba a los Jesuitas dentro de dos años, le respondió que mucho antes volverían; ya se pasó un año: luego… pero este luego no sabemos si será luego.